¿Quién soy?
Tenía dieciocho años cuando la espalda empezó a pedir auxilio. El trabajo me había doblado, y no de una buena manera. Así que fui al gimnasio, no porque quisiera, sino porque no veía otra salida. Al principio, el hierro me parecía algo extraño. Frío, duro, ajeno. Pero eso cambió rápido. Desde el primer levantamiento algo despertó en mí. Una conexión sencilla, directa. Cargar peso. Superarlo. Hacerlo de nuevo.
Me enganché.
Pero el enganche no bastaba. Pasaron los años, y aunque nunca dejé de entrenar, los resultados no llegaban. Era como remar contra la corriente, duro y frustrante. Preguntaba a la gente del gimnasio, esperando algún consejo que me orientara. Pero nadie sabía nada, o si sabían, no lo compartían. Sus respuestas eran como agua entre los dedos: nada que pudiera sostener.
Luego vino la modernidad. Facebook. Instagram. Una nueva corriente de ideas, todas diciendo lo mismo: lo estás haciendo mal. Era molesto, sí, pero también cierto. Entonces me di cuenta: si quería avanzar, tendría que encontrar las respuestas por mi cuenta.
Así lo hice. Leí libros, muchos libros. Seguí entrenadores, probé sus métodos. Algunos eran buenos, otros no tanto. Ninguno era perfecto. Al final, me di cuenta de algo importante: no existe un sistema infalible. Lo único que hay son problemas individuales, y para resolverlos necesitas conocer las bases. Ir al principio de todo. Entender el cuerpo humano, cómo se mueve, cómo funciona.
Ahí fue donde encontré dos palabras que cambiaron mi rumbo: anatomía y biomecánica. Dos palabras sólidas como rocas. Indispensables pero también esquivas. Porque siempre hay algo más que aprender, algo desconocido. Nunca terminas de entenderlas del todo, y quizás esa sea la clave.
Ahora miro atrás y pienso en todos los errores que cometí. No quiero que otros pasen por lo mismo. No quiero que pierdan años persiguiendo algo que no entienden, golpeando una barrera que no saben cómo superar. Ojalá, cuando yo empecé, alguien me hubiera mostrado el camino. Pero nadie lo hizo.
Así que ahora intento ser esa persona para otros.
No un héroe, ni mucho menos: solo alguien que sabe lo que es estar perdido y quiere ayudar a que otros no lo estén.
Curriculum Vitae
